
En la década de los años 60 del pasado siglo XX muchas cosas cruciales ocurrieron en el mundo: rebeldía juvenil con lucha generacional, empuje significativo del feminismo, liberación sexual, defensa del medio ambiente y de la naturaleza, conciencia ecológica, liberación racial, manifestaciones contra las guerras (en especial la de vietnam) y a favor de la paz, derechos humanos, equidad de géneros, ascenso paulatino de la mentalidad democrática…
Uno de los movimientos que más me llamó la atención fue el de los hippies. A los hippies se los veía por todas partes; en algunos lugares se concentraron en masas considerables (barrios de San Francisco, Greenwich Village de Nueva York, comuna de Cristianía en Noruega, lago Leman en Ginebra…) y tuvieron representaciones en los “campus” universitarios. Concentrados en lugares marginales en principio, reunidos luego en las aceras delante de tiendas de instrumentos musicales (la guitarra fue uno de sus más preciados símbolos), con el pelo muy largo y dejándose barba, vistiendo blues jeans o pantalones estrechos, camisetas de colores y floreadas, suéteres altos, minifaldas, abalorios, pañuelos, sandalias, a veces descalzos… tenían un aire desaliñado (algo sucio), de camaradería y apacibilidad.
Opuestos al consumismo y a la guerra del Vietnam, eran favorables a las causas minoritarias y a veces perdidas. Partidarios de “los de abajo” (aunque muchos de ellos, casi todos, pertenecían a “los de arriba”) fueron los sucesores de los beatniks. Muchos de ellos eran hijos de familias acomodadas y abandonaron sus hogares para pronto, cansados ya de la aventura, dejar la ética hippie (rechazo a la sociedad industrial o mde consumo, pacifismo, amor libre, aspiración a la libertad integral, vida social en comunas y no violencia) para hacerse rápidamente yuppies (jóvenes profesionales que adoptaron un sistema conservador basado en el triunfo profesional y económico pero que fuera de su vida profesiona manifestaban actitudes progresistas).
Prefirieron irse con poco dinero en los bolsillos, comer poco y mal, pasar apuros y, sobre todo, fumar marihuana y hachís y tomar drogas alucinógenas como el LSD y otras más peligrosas. El -LSD- fue una droga de los 60’s y la empleaban para la búsqueda de la alteración de sus sentidos, el alcance de integración con el universo, la naturaleza y ellos mismos, e intensificar lazos emocionales con los demás. A veces, algunos de ellos se mezclaron con delicuentes habituales y terminaron mal.
Sabemos que el verdadero movimiento hippie fue una respuesta al belicismo y al materialismo de los hogares en donde no había lugar para la imaginación, la inventiva o alguna gota de locura. Pero la verdad es que la mayoría de ellos fueron conservadores que buscaron la aventura respaldados por el dinero de sus padres. Ahora bien, hubo un núcleo de hippies verdaderos, que representaban algo enérgico frente a los poderes establecidos y que respondían a un malestar justificado.
El hippie verdadero se caracterizaba por la energía puesta al servicio de la no violencia, una preocupación sincera por la guerra y por el medio ambiental y un rechazo al materialismo occidental. Conocido también como el Flower Power (Poder de las Flores) se originó en San Francisco, California, en 1965, a raíz de la publicación de un libro del pediatra Benjamín Speck titulado “Mi hijo”, y formó una contracultura políticamente atrevida, radical y antibelicista, que consiguió exasperar a los viejos reaccionarios y a los gobernantes de Estados Unidos y Europa.
Adoptaban una vida comunitaria o de nómadas, renegaban del nacionalismo, tomaron aspectos de religiones del budismo (el zen sobre todo), el hinduismo, chamansimo, zoroatrismo, cristianismo, religiones de indios americanos, taoismo….y sintetizaron una mezcla donde mezclaron, con gran confusión, lo divino con lo profano.
Observando a los verdaderos hippies, por su forma de ser y actuar, parecían querer ver el mundo tal como no era, coin una mente que no tuviese pensamientos ni sentimientos de apego y la actitud qque se denomina no-mente. Tal libertad mental no se puede obtener mediante una práctica gradual, sino mediante una idea directa e inmediata, abandonando tanto la teoría como los sistemas de prácticas espirituales y obteniendo la visión de la verdad por unmétodo conocido como indicación directa.
Tras haber leído este artículo y haber reflexionado, pienso que los hippies eran personas luchadoras por establecer su estilo de vida, y que vivían agusto con su forma de ser. Se divertían a través de las drogas alucinógenas y eran distintos a los demás debido a sus vestidos, peinados y símbolos como la pipa de la paz y sus furbonetas llenas de dibujos y colores vivos.
ResponderEliminarDespues de haber leido el articulo creo que los hippies es cierto que tomaban drogas pero creo que ademas de hacerlo para divertirse tambien lo hacían como un modo de contactar con la naturaleza, y ello creo que queda reflejado en sus logos y simbolos o tambien como indica el movimiento "flower power" (el poder de las flores).
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